No hay plata: por el ajuste de Milei se desploma un 40% el consumo de cerveza artesanal

“Hay que pasar el invierno”. La famosa frase disparada por Álvaro Alsogaray en 1959, que aplicó un ajuste fiscal brutal, similar al de Javier Milei, resuena en cuánta crisis vuelve a sobrevolar a los argentinos. Ese proceso económico, que fue el primer período de estanflación en el país, se repite en la actualidad, con una inflación de dos dígitos y una fuerte retracción en el consumo de la gente en distintos rubros, como es el caso de cerveza.

En diálogo con 0223, Leonardo Ferrari, uno de los fundadores de Cervecería Antares, trazó un panorama preocupante de acá a lo que resta del año. “Estamos como los demás sectores que venden productos o servicios prescindibles a argentinos de clase media, que ganan en pesos. Y ahora estamos un 30 a 40% abajo del año pasado. Y de por sí, el 2023 fue malo”, evaluó el también referente de la Cámara Argentina de Cerveza Artesanal.

Un análisis similar tuvo Federico Echeverry, uno de los propietarios de la multipremiada cerveza Cheverry, que puntualizó que su firma tuvo una caída de un 33% en las ventas en el primer trimestre del año y todo indica que la situación empeorará. “A comienzos de abril, ya estábamos cerca del 40% abajo”, admitió en relación a la producción industrial.

En los bares, también se replica la merma en el consumo. “Las ventas están muy flojas y está todo muy complicado. Inclusive los fines de semana”, lamentó Juan Esteban Echeverry, de la misma firma cervecera.

“Antes el problema era que nuestro producto premium competía con los grupos cerveceros más grandes del mundo. Pero ahora no, no se está eligiendo cerveza artesanal o industrial. Desapareció el consumo, tanto en bares como en góndolas”, argumentó Julián Actis, propietario de la fábrica de cerveza Leben.

“El futuro es negro”

En contramano al discurso optimista del oficialismo acerca del derrotero económico, el panorama de la industria de la cerveza artesanal para este invierno es por demás acuciante, en sintonía con amplios sectores productivos,. “Las proyecciones siguen dando a la baja y no se deslumbra que remonte el consumo. Vamos a tener un invierno largo. Si bien la temporada siempre ayuda, es seria la baja en el consumo. Esperemos poder surfear la ola”, enfatizó Federico Echeverry.

“Las proyecciones son negras porque el consumo bajó al demonio. Y el invierno y el clima de Mar del Plata tampoco ayuda. Vamos a tener un año muy complicado”, advirtió en esa misma línea, el responsable de cervecería Leben.

En los últimos años, las devaluaciones y la alta brecha del dólar oficial, complicaba la elaboración de algunas cervezas que utilizan maltas importadas. Hasta el momento, el gobierno libertario no atendió el inconveniente pero en épocas de vacas flacas y bajo consumo, la coyuntura generó más stock en los proveedores. “Hasta hace 5 años levantabas el teléfono y comprabas el lúpulo que querías pero ahora tenés lo que quieras. Y es porque no hay consumo”, razonó Actis.