Comenzó el juicio al hombre que mató a un remisero en el barrio Las Lilas

Sin duda alguna acerca de la mecánica del ataque a tiros que tras varios días de agonía provocó la muerte del remisero Miguel Ángel Luis en enero de 2020, el juicio a Brian Albornoz tuvo este martes en el Tribunal Oral en lo Criminal 2 la primera de las dos audiencias en la que los testigos detallaron la huída del imputado del lugar y señalaron que lo observaron con normalidad.

Los jueces Alexis Simaz, Roberto Falcone y Juan Manuel Sueyro escucharon en primer término los alegatos del fiscal Leandro Arévalo y del abogado Maximiliano Orsini en representación del particular damnificado. A continuación lo hizo la defensora oficial Carla Ostachi que adelantó que no se discutirá la materialidad, autoría ni la calificación con la que llegó la causa a debate.

Además del testimonio de Micaela Noviello, pareja del trabajador asesinado, los magistrados escucharon a los testigos principales que escucharon los disparos mortales, los que lo vieron correr y el que ayudó a la víctima antes del traslado al Hospital Interzonal General de Agudos (Higa).

Algunas de esas personas hablaron de una serie de detonaciones –entre seis y siete- previa a que el auto de la víctima colisionara con un árbol. Uno de ellos vio bajar del rodado a Albornoz y relató la manera en que escapó corriendo del lugar, mientas que una pareja que estaba en una casa frente a la que el imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tenencia ilegal de arma de guerra pasó corriendo se refirió en el mismo sentido.

Para el abogado Maximiliano Orsini fue importante la testimonial de la persona con la que Albornoz había estado consumiendo estupefacientes. “Dijo que habían comprado ‘dos papeles de 500’ para consumir y que cuando el imputado se fue porque no iba a alcanzar para ambos lo notó bien, que no estaba perdido y que tenía conocimiento de lo que hacía”, le dijo a este medio.

El debate se reinicia este miércoles desde las nueve de la mañana con las declaraciones de los peritos balístico, criminalístico y médicos que realizaron los distintos informes anexados a la causa. A partir de ese momento el Tribunal y las partes decidirán cuando se realizarían los alegatos finales.

El hecho

Cerca de las cinco y cuarto de la madrugada del 20 de enero del 2020 Albornoz le disparó al menos seis veces al conductor del remís licencia 448 cuando circulaban por el barrio Las Lilas. Con heridas en su rostro, una mano, hombro y en la zona lumbar, Miguel Angel Luis chocó contra un poste de luz, logró bajar del auto y pedir ayuda: si bien la policía lo trasladó de urgencia al Higa, murió cinco días después.

Para el fiscal se pudo acreditar durante la investigación penal preparatoria que en la madrugada del 5 de enero el joven de 26 años sacó sin permiso de la casa de su familia en el barrio Bernardino Rivadavia una pistola calibre nueve milímetros Bersa Thunder propiedad de su hermano policía y se retiró en el mismo remís que lo había llevado hasta ese lugar.

En la pesquisa sin fisuras que se realizó en la Unidad Funcional de Instrucción Nº7 se incorporaron los testimonios de los testigos que vieron en primer lugar a víctima y victimario. “En un momento nos empezamos a pelear con el remisero y no sé si fue que me pasó (SIC), yo soy bueno, mis viejos, mis viejos y le disparé y no sé qué pasó, salí corriendo porque me asusté”, le dijo Albornoz a una pareja que estaba sacando el auto de su casa a pocas cuadras del lugar.

En el análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad también se observa que el imputado escapa corriendo y que utiliza las prendas de vestir detalladas por los testigos que lo cruzaron en el lugar y por el amigo con el que estuvo hasta poco antes del hecho.