Arhehpez: el proyecto de expropiación ingresará este mes a la legislatura provincial

Medio centenar de trabajadores de Arhehpez, el inmenso frigorífico en deshuso ubicado en avenida Champagnat entre Belgrano y Rivadavia, le siguen buscando la vuelta a su compleja vida laboral. Tras el abandono de la compañía por parte de su propietario y de varias idas y vueltas en torno a la toma de las instalaciones, parte de los integrantes del plantel conformaron una cooperativa de trabajo con el objetivo de recuperar la funcionalidad del lugar.

En paralelo, la diputada provincial Alejandra Martínez anunció las gestiones ante la legislatura bonaerense para presentar el proyecto de expropiación del establecimiento. Al momento de retirarse de Mar del Plata, el empresario chino dueño del inmueble cedió el permiso de usufructuo del frigorífico por el lapso de cinco años de manera gratuita, en compensación por sueldos adeudados e indenmizaciones inexistentes.

Según reconoció Martínez, la expropiación “es importante pero no lo más importante. Es apenas un gesto”. La resolución, una vez aprobada, lograría que, de volver, el propietario de la fábrica no pueda reclamar la recuperación de los bienes.

“Nos juntamos para ponernos a disposición de los trabajadores. Necesitábamos los papeles sobre los dominios catastrales del lugar. Nos pasaron un primer borrador en el cual se incluyeron los bienes muebles además del frigorífico en sí. Y la intención es ingresar el proyecto en la legislatura en la próxima sesión del 15 de julio. Ese día tiene que tomar estado parlamentario para tener tratamiento posterior en las comisiones” explicó la diputada.

Consultada por la recepción de la idea en el ámbito provincial, Martínez aseguró que “ya hemos encontrado una posición positiva de varios de los legisladores” y, en ese sentido, anticipó: “Queremos que los propios trabajadores sean parte de la defensa de su proyecto”.

Por último, la diputada resaltó la complejidad de “los largos tiempos administrativos” que deben sufrir los exempleados para conseguir las habilitaciones correspondientes en el lugar, particularmente las provistas por el Senasa. “Están teniendo varias conversaciones. Pero es lógico, no encuentran gente que quiera trabajar con ellos si es que no tienen un permiso oficial”.

Debido a esos motivos burocráticos, los cooperativistas no descartan diversificar su posible futuro rubro de trabajo, fuera del estrictamente pesquero. Convertirse en una almacenadora de hielo, una de las principales opciones.