La Revolución de Aldosivi

Opinión. Pinceladas de lo que dejó el histórico triunfo marplatense en La Bombonera. El equipo de Fernando Quiroz volvió a dejar su sello y reafirmó que es cosa seria cuando se lo propone.

25 de Mayo de 2015 07:58

Enviado especial a Buenos Aires

En medio de semanas tristes y trágicas para el fútbol argentino, y en un domingo de luto por el nuevo fallecimiento de un jugador, Aldosivi se hizo lugar para la alegría, la sonrisa plena. El conjunto de Mar del Plata se permitió el disfrute en un deporte que parece haber perdido la felicidad que siempre lo caracterizó en nuestro país. Justamente en un escenario tan mítico y reconocido mundialmente como La Bombonera de Buenos Aires, donde la acústica del público y su movimiento sobre el cemento se hacen sentir, ahí mismo Aldosivi volvió a hacer historia. Pero, triste metáfora, sin ese marco tan notable de pasión bien entendida. Solamente la frialdad del duro cemento como espectadora.

Otra vez Aldosivi en La Bombonera, 40 años después. Para su suerte, en los pupitres de prensa estuvo Francisco "Manija" Mústico, aquel héroe del ´75 en el arco que da a Casa Amarilla. En ese mismo rectángulo donde este domingo Matías Lequi ganó más alto que nadie y clavó ese golazo de cabeza, "Quique" celebró para la eternidad ante el arquero Biasutto. La emoción de este veterano goleador por poder disfrutar una vez más de una hazaña así, es indescriptible. Ni bien pisó el ingreso al estadio, fue frenado por los colegas de TyC Sports para una móvil donde sorprendió con su prodigiosa memoria y donde relató las formaciones completas del "Tiburón" y el "Xeneize" en aquella jornada. También fue requerido por otros periodistas porteños y se sacó fotos con varios marplatenses presentes. Mústico, hombre nacido, criado y aún viviendo en el barrio de toda la vida, tuvo un regalo magnífico a horas de cumplir 64 años. "Soy el único de Aldosivi que estuvo en los dos partidos, je...", sonrió en el micro de regreso "Manija", enamorado de lo que jugó el equipo.

Dentro de la cancha, Aldosivi fue un equipo plenamente solidario, astuto, inteligente. El plan de juego previo decía "quitarle el protagonismo y la pelota a Boca. Adelantar las líneas con presión". Y por momentos eso se pudo ejecutar. Es cierto que en el primer tiempo el equipo de Arruabarrena llegó y mucho, erigiendo en figura a Campodónico. Pero aún en esas zozobras lógicas por la jerarquía más individual que colectiva del rival, los portuenses se mostraron enteros. La defensa, a excepción del primer tiempo de Gastón Díaz en la marca con Andrés Chávez (mejoró notoriamente en complemento), respondió perfectamente. Lequi y León fueron dos "fieras" en el juego aéreo y en los anticipos. No fallaron nunca. Franco Canever, ese lateral tímido y silencioso, cerró su sector y hasta se animó a trepar en una jugada que casi termina en gol.

En el mediocampo, Hernán Lamberti hizo un culto al sentido de la ubicación. Su "quintita" fue custodiada a la perfección, en una zona de tránsito donde Gago y Pérez se vieron obligados a meter pelotazos o abrir permanentemente la cancha. Al lado de Hernán, Alejandro Capurro fue la inteligencia con la pelota. Marcó, metió, pero cuando poseyó le balón, lo hizo transitar con criterio. En los costados, Lugüercio realizó un sacrificio que ya es un sello en él. Con su figura desgarbada y visiblemente quebrantable, no se cansó de correr a rivales. Es de esos tipos que contagian con el esfuerzo. Mismo para Diego Lagos, fino con la pelota cuando pudo y solidario para retrasarse y luchar.

Y adelante, José Sand volvió a quedarse sin gol, aunque tuvo una muy clara bien atajada por Orión. Aunque lo del correntino es más completo que una definición. Próximo a cumplir 35 años, "Pepe" cuenta con un estado físico envidiable. Presión sobre los defensores, aguante de la pelota y comprensión de cada jugada para contragolpear. Sin embargo, los flashes se los lleva Roger Martínez. El "León" colombiano que tuvo un segundo tiempo estupendo. Es que Aldosivi comprendió que el segundo tiempo debía ser más rápido en los contragolpes. Boca se la iba a jugar por el empate, y difícilmente tuviera el ritmo que había imprimido en el primer tiempo. Así fue que el delantero fue una pesadilla para los lentos centrales "Xeneizes". Roger fue el descanso en ataque para, con su físico fuerte, aguantar la marca de dos, tres, o cuatro rivales. Y cuando gira y encara al arco... en una jugada parecida al gol que convirtió, decidió habilitar a Sand. Pero en la segunda, la "mandó a guardar".  

Última mención para Pablo Campodónico. Ni bien Aldosivi consiguió el ascenso, había declarado a 0223: "Quiero demostrarme que a los 37 años puedo atajar en primera". Bueno, quedó demostrado. El ídolo del "Tiburón" tuvo una noche inolvidable. No se recuerda en el último tiempo tanto protagonismo de su parte. Fue invencible, con reflejos y seguridad. Sin su actuación, Aldosivi no habría sobrevivido a aquel primer tiempo.

Mientras a pocas cuadras de La Bombonera se gestaban los festejos por las vísperas del 205 aniversario de la Revolución de Mayo, Aldosivi hizo su propia Revolución en la historia del fútbol de Mar del Plata. Logró la victoria posiblemente más resonante de todas. Ni en los sueños los hinchas esperaban un partido así, ante un rival repleto de figuras y de jugadores con reciente pasado en el fútbol europeo. Volvió a mandar señales de equipo serio y comprometido. Dejó en claro que su pasaje por primera división no será una vacación. Y que pese a que la permanencia es el objetivo, nadie puede quitarle ya el deseo de luchar por ingresar a una copa internacional. Aldosivi está en primera, y disfruta cada juego. Puede perder, pero su fortaleza mental -generada por el siempre optimista Fernando Quiroz- lo recupera rápidamente. Tanto en la previa de San Lorenzo como de Boca, había sido goleado. Sin embargo, la reacción fue fenomenal. Aldosivi volvió a escribir historia, y el próximo domingo ante Racing, querrá continuar con la tinta de oro para su gran papel.