Municipales en paro denuncian al Ejecutivo por entregar licencias de conducir

Desde ATE y el STM reclamaron ante la policía contra varios funcionarios por abrir una oficina y entregar licencias mientras el personal adhería a una medida de fuerza.

La puerta de la discordia, ya sin picaporte. (Foto eldiariobalcarce.com.ar)

25 de Mayo de 2015 09:30

Por Redacción 0223

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Integrantes de ATE y el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), representados por Rosa Pesci y Mario Santángelo respectivamente, se presentaron ante la policía para denunciar que funcionarios del departamento Ejecutivo ingresaron a la Oficina de Licencias de Conducir para permitir la entrega de algunos carnets mientras el personal se había adherido a una medida de fuerza llevada adelante desde hace 48 horas.

Según los delegados, se advirtió que la puerta de acceso a una de las oficinas que funciona en el edificio de la ex Terminal de Omnibus apareció “con la correspondiente cerradura rota y los picaportes salidos. Como quedó, no fue abierta por un cerrajero” explicó Pesci.

Por su parte, Santángelo, además de mencionar como responsables al director de Recursos Humanos, Eduardo Morocoa y al director de Comercio, Pascasio Azcárate, señaló: “acá entraron sin permiso y quien lo hizo repartió las licencias de conducir sin respetar los tiempos, plazos ni la forma de entrega. Tampoco se tuvo el consentimiento de los empleados” fustigó.

Aunque la secretaria de Gobierno, Fernanda Ruzza, reconoció que ella “dio la orden”, aseguró que “no sucedió nada ilegal” y rechazó las acusaciones de ATE y del STM. “Como el personal no había avisado que adheriría a la medida de fuerza, fueron numerosos vecinos a mostrar su descontento por la no entrega de licencias. Se llamó a un cerrajero y uno de los funcionarios pagó el servicio de su bolsillo” se defendió en declaraciones ante El Diario de Balcarce.

Lo particular de la situación también resultó la declaración de Santiago Villarroel, responsable del área, que no obvió deslizar críticas por el accionar de Ruzza: “Ahora debemos revisar cada trámite que se hizo para establecer si falta algo y luego ingresarlo al sistema. Yo soy el responsable de la oficina. Cuando veo lo ocurrido uno tiene la sensación de verse invadido. Lo más lógico hubiera sido que el Ejecutivo se comunicara conmigo” explicó.