Alvarado sigue sin ganar en casa

El "torito" ganaba sin problemas, pero una jugada desafortunada a 15' de final, permitió la igualdad de Cipolletti que se llevó un punto de Mar del Plata y los de Nicoletti siguen sin tener alegrías ante su gente.

Roda festeja la apertura del marcador con Jorge y se suma Machado. Alvarado volvió a dejar dos puntos en casa. (Fotos:Diego Berrutti)

25 de Abril de 2015 18:58

Por Redacción 0223

PARA 0223

No hay caso. Si no es por una cosa, es por otra, pero Alvarado no logra ganar en condición de local en lo que va de la temporada del Federal A. Y lo peor, es que enfrente no tiene rivales que le juegan de igual a igual, lo atacan y vienen a buscar resultados positivos, sino que por el contrario, los tres que llegaron al Minella se mostraron apáticos, con pocas ideas y esperando el error del “torito” para hacérselo pagar caro. Algunas deficiencias y, otra vez, sanciones muy discutidas del árbitro, le permitieron a Cipolletti igualar el encuentro en uno y llevarse un premio grande de Mar del Plata, frente a un equipo de Luis Nicoletti que fue superior sin brillar, pero no lo liquidó cuando tuvo sus chances y lo volvió pagó muy caro. 
 
Sorprendió Nicoletti con tantos cambios, con el ingreso desde el arranque de Tello, Machado y Castillo por Carrizo, Molina y Sendra. El equipo tenía otras características, un poco menos de desborde por las bandas y más juego asociado con el exLibertad, aunque de arranque se abusó del pelotazo y terminó conspirando contra la idea. Pero cuando el “10” empezó a agarrar la pelota y juntarse con Rodríguez Rendón, mejoraba el rendimiento colectivo. Y Fabián Castillo estaba enchufado, ganando por las dos bandas cuando se tiraba hacia ese sector, y perdiendo injerencia cuando se centraba en el campo junto a Roda.
 
Cuando menos cosas pasaban en el partido y la visita lo llevaba al trámite que más le convenía, Alvarado golpeó. A la salida de una pelota parada, quedaron todos en el área, Madrid agarró el rebote y la volvió a meter, Castillo la bajó de cabeza y Leonardo Roda sacó todo su olfato goleador para pegarle de mediavuelta, con derecha, mordida, al ángulo derecho de Caprio que se quedó parado. 
 
Mucho festejo, mucho desahogo. Era clave para el equipo de Nicoletti comenzar ganando y ya tenía el primer objetivo cumplido. Enseguida, la peleó Machado, Jara se la sacó con la mano, Ascenzi dio ley de ventaja y el remate de Roda se fue muy cerca. Ahora sí manejaba los tiempos el local, con mayor tranquilidad y aprovechando el nerviosismo de Cipolletti. Joaquín Pucheta no pasaba sobresaltos y respondía sin problemas a los avances sin peso del albinegro. Casi sin llegar, parecía más peligroso Alvarado, que a los 37’ puso a Castillo en diagonal al gol y Perales cruzó justo para cerrar el remate.
 
El delantero tuvo su revancha a los 40’, con una contra perfecta tras un córner rival, la manejó Tello que lo asistió, Castillo dudó entre el centro atrás para Machado o definir él, prefirió esto último y chocó con el rápido achique de Caprio. El enlace, tirado a la izquierda, levantó a la gente con una pisada sobre el banderín del córner y el local llegó sin sobresaltos al cierre de la etapa, más allá de una jugada invalidad por posición adelantada de Negri que terminaba en gol.
 
El arranque del complemento fue más de lo mismo. La iniciativa, con o sin ideas, siempre fue del dueño de casa, mientras Cipolletti tiraba pelotazos apostando a algún error que le diera alguna chance de llegar. La fórmula de la visita fue ganar faltas cerca del área o córners, para ver si a través de una pelota lograba algo de lo que no conseguía con juego elaborado. El “torito” no podía agarrar la pelota, entonces Luis Nicoletti mandó a Francisco Molina por Machado, para tratar de lastimar por la banda y sentenciar un partido que estaba tranquilo, pero que la ventaja era muy corta.
 
Las ocasiones llegaron. Castillo se tiró al ligar que mejor le sienta, bien recostado por la derecha y ahí empezó a lastimar. En la primera, sacó a pasear a Villacorta y metió el centro que no llegó a cabecear Roda por el medio y se quedó sin ángulo Molina por el segundo palo. En la siguiente, su pase rasante no encontró ninguna pierna amiga y despejó la defensa. Las malas noticias fueron la molestia en el isquiotibial izquierdo de Alfonso, que se atendió y pudo seguir, y el calambre en el gemelo que sufrió Laureano Tello y lo obligó a salir para permitir el ingreso de Carrizo.
 
En el partido no pasaba nada y la apuesta de la visita seguía siendo la misma. Y de esa manera alcanzó el empate. A los 31’, un tiro libre en mitad de cancha, a Roda lo agarraron y no pudo sacarla lejos y el rebote le quedó a Mariano Torresi en la medialuna, que sacó un remate mordido, que se desvió en Ramiro Jorge y terminó en el fondo del arco.
 
Con la igualdad, llegó la desesperación de Alvarado que se encegueció y se quedó sin ideas. Cipolletti, más que conforme con el punto, se cerró bien y le dio campo y terreno al local que no supo qué hacer con la pelota y se repitió en pelotazos frontales que no lastimaron. Los espacios no aparecieron y el murmullo no se hizo esperar. La gente pretendía más empuje en esos minutos finales, pero el equipo se quedó sin fuerzas, sintió el impacto del gol y no tuvo reacción para ir por el triunfo.
 
La más clara, un desborde de Ricardo Sendra por la derecha y el centro bajo que Alfonso no alcanzó a puntear tirándose al piso y cruzó todo el arco. Mariano Ascenzi adicionó cinco minutos y la esperanza no se perdía. Pero entendió que Rodríguez Rendón cometió una infracción cuando parecía que recuperaba bien y lo mandó a las duchas ante de tiempo.
 
No hubo tiempo para más. Si bien no se fue con las manos vacías, la sensación es agridulce. Por un lado, cortó la racha de derrotas como local y sumó su primer punto en casa. Por el otro, tenía los tres en el bolsillo y se le escaparon dos. El torneo no da mucho tiempo para lamentos, y ahora se viene una doble jornada como visitante muy dura, primero en Comodoro Rivadavia ante la CAI y luego en Puerto Madryn frente al Deportivo.