El postre ideal: quesillo y dulces

Les contamos cómo realizar higos y zapallos en almíbar, dos dulces exquisitos para combinar con un buen queso. En este caso, decidimos prepararlos con quesillo de cabra. ¡Delicioso!

23 de Enero de 2015 18:53

Hoy vamos a preparar dos conservas dulces del norte argentino, que suelen combinarse con quesillo de cabra, un postre similar al porteño queso y dulce pero un poco más autóctono. El quesillo de cabra es un queso típico, fresco, plano e hilado, que combina muy bien con las conservas pero que también se puede encontrar acompañado de arrope o miel de caña.

Un paso fundamental en la elaboración de conservas es la esterilización de los frascos, y el proceso es el siguiente: lavamos frascos y tapas y eliminamos cualquier etiqueta que pueda tener, los acomodamos en una olla con un trapo en el fondo y separados con más trapos para que no se golpeen. Llos tapamos de agua y los hacemos hervir media hora. Luego los retiramos en caliente y los dejamos secar en una rejilla.

Vamos a los dulces

Para hacer los higos en almíbar, vamos a necesitar 1 kilo de higos (que tienen que estar maduros pero firmes). Los lavamos y los llevamos a un hervor rápido para blanquearlos, luego los retiramos y reservamos.

Por otro lado, preparamos un almíbar con 2 litros de agua y 1 kilo de azúcar. Le agregamos una cascarita de limón para perfumar y hacemos que hierva. Incorporamos los higos previamente pinchados y los cocinamos durante dos horas. Envasamos en caliente en un frasco esterilizado.

Para hacer los zapallos, vamos a necesitar arrancar una noche antes. Cortamos un kilo de zapallo en cubos parejos y vamos a preparar una mezcla de una taza de cal viva en 4 litros de agua (con mucho cuidado y guantes de goma). Ahí sumergimos los zapallos y los dejamos toda la noche. Al otro día, los retiramos y los enjuagamos muy bien.

Ponemos una olla con agua a hervir y cocinamos los zapallos durante 10 minutos, mientras en otra olla hacemos un almíbar con un kilo de azúcar y un litro de agua. Al cabo de ese tiempo, pasamos los casquitos de zapallo al almíbar caliente y los cocinamos hasta que estén tiernos por dentro. Los envasamos en caliente, también en frasco esterilizado.