Alfonsina, Peralta Ramos y Camet, las tres áreas en que el CPC dividió Mar del Plata

A partir de los cambios que se introdujeron con el desplazamiento de Paulo Rodríguez y la designación de cuatro nuevos jefes policiales, el sistema de patrullaje del CPC fue rediseñado y terminó divido en tres áreas territoriales y una adicional.

En este marco, los móviles policiales fueron repartidos y asignados a alguna de las zonas en que fue fragmentado el Partido de General Pueyrredon, que a diferencia de la división geográfica de las Jefaturas Distritales, se segmentó por cordones “sociodemográficos” delimitados por los “factores de vulnerabilidad social y la georeferenciación de los delitos y la violencia urbana”. Al menos así se indica en el informe explicativo del Centro de Análisis del Delito.

Una de esas áreas se llama Alfonsina y contiene al micro y macrocentro marplatense, donde viven más de 152.000 personas y hay unas134.700 viviendas. A esta zona se le asignaron alrededor de 20 móviles.

Otra de las áreas se denomina Peralta Ramos y abarca los sectores intermedios y más alejados al centro, pero sin llegar a la periferia. Sobre este territorio viven casi 230 mil personas en unas 100.000 casas. Unas 22 unidades del CPC patrullan este cordón.

El anillo más externo de la zona urbana es apodado Camet. En estos barrios viven 229.000 personas y sólo hay 79.000 viviendas. Es el sector geográfico que más patrulleros tiene: 33 móviles.

Por último, aunque no cuenta como área, se puso en marca un servicio especial de patrullaje con 7 móviles para Batán, Chapadmalal, Laguna y Sierra de los Padres y algunos sectores rurales. En este segmento territorial viven, según datos oficiales del Censo 2010, 21.300 personas y hay 8.730 casas.  

Las modificaciones al sistema de patrullaje del CPC surgen de los estudios realizados por el Centro de Análisis Estratégico del Delito (Caed). La delimitación de las áreas, como dijo Tobías Schleider a 0223, se basó en indicadores socioeconómicos, demográficos y de georeferenciación de los delitos y la violencia urbana.

“Tuvimos en cuenta la cantidad de habitantes y de viviendas de cada una de las superficie porque eso permitirá una distribución proporcional de los recursos del CPC, tanto en lo que se refiere a los vehículos como al personal de patrullaje y de control. Esto es una evolución del CPC, no sólo un cambio: estamos adaptando a la realidad las políticas de seguridad y patrullajes, y no al reves”, argumentó el funcionario.

Sobre qué impacto tendrán estos cambios para la ciudadanía, Schleider aclaró: “A la ciudadanía no le impacta en nada negativo, al contrario. Ante algún hecho o situación, deben seguir llamando al 911 y en segunda instancia al celular del patrullero de su zona. Pero nada más