“Agradezco que esté vivo pero me duele en el alma verlo sufrir”

Thiago fue dado de alta el martes pasado luego de que los médicos del Hospital Materno Infantil le realizaran una resonancia magnética y un electroencefalograma. Allí, los profesionales constataron que entre las secuelas del accidente que sufrió a fines de marzo de este año, el pequeño manifiesta episodios epilépticos y convulsiones.

El siniestro que provocó Eduardo “Lalo” Ramos en el ingreso a Gloria de la Peregrina, sobre el kilómetro 19 de la ruta 226, sigue generando complicaciones en la salud de Thiago.

"Tiene momentos de ausencia en los que me desconoce y también le agarran crisis de nervios", contó a 0223 Rocío Dusek, la mamá del nene. "Doy gracias a dios por tenerlo pero me duele en el alma ver sufrir", agregó.

"Los médicos nos dijeron que por más medicación que tome Thiago, esto no tiene cura", relató Rocío en relación a la situación traumática que atraviesan junto a su marido. 

En el último paso de Thiago por el Hospital Materno Infantil, los profesionales que lo supervisan le cambiaron la medicación y esperan que evolucione favorablemente. De todas formas, tiene que ser controlado periódicamente porque su situación sigue siendo muy irregular y su cuadro es muy complejo.

A casi siete meses del accidente, por recomendación de los médicos Thiago no puede recibir visitas y mucho menos ir a disfrutar de un día al aire libre. "No es conveniente que él tenga alteraciones o excitaciones, su cerebro tiene que estar tranquilo", detalló la mamá del pequeño.

"Antes del accidente era un bebé completamente sano", señaló Rocío, pero se mostró esperanzada en que algún día su cuadro se revierta y Thiago vuelva a tener la vida que tenía.