Histórico: Juventud Unida de Batán campeón del Clausura marplatense

Con el alma, con el corazón, sin darse por vencido, Juventud Unida de Batán escribió su página más gloriosa al obtener su primera estrella en la Liga Marplatense de Fútbol. En la final del Torneo Clausura “Nelso Ramírez Vázquez”, después de ir en desventaja ante General Urquiza que quería cerrar la temporada con la doble corona, el conjunto de Luis Flores no se resignó, fue por todo y lo consiguió en buena ley, con un gol sobre la hora de Carlos Sarmiento para el 2 a 1 que desató la locura de toda una ciudad. Muy meritorio lo del equipo auriazul que, el próximo sábado, se verá las caras nuevamente ante el mismo rival, para seguir haciendo historia y quedarse con el título anual.

 

La primera mitad fue bastante equilibrada, con un equipo que tomó el protagonismo como Urquiza, contra otro que se plantó bien en la mitad de la cancha y buscó lastimar con la velocidad de sus hombres como Juventud Unida de Batán. El nerviosismo de la instancia se notó en el arranque, porque ninguno de los dos podía marcar una diferencia, estaban imprecisos y de a poco se fueron acomodando. Si había alguien que merecía irse en ventaja al descanso, ese era el conjunto de Luis Nicoletti, que tuvo tres ocasiones clarísimas por intermedio de su goleador Cristian D’Addatto. En la primera, obligó una notable intervención de Vecchiarelli para sacar al córner, en la siguiente reventó el travesaño y en la última pifió el remate en una clara posición.

 

Lo mejor estuvo en el complemento. Porque cuando en el arranque mismo Pablo Paz cobró un dudoso penal que Iván Masson canjeó por gol, parecía que todo se encaminaba para que la temporada llegara a su fin este mismo mediodía. El partido se “picó” y los batanenses se pusieron nerviosos, veían diluirse la gran ocasión de alcanzar el título. Pero los cambios de Luis Flores empezaron a cambiar la historia, Juventud se rearmó, se adelantó y a los 29’, tras un tiro libre largo, Lucas Díaz no perdonó con un remate cruzado y sentenció la igualdad.

 

A partir de ahí, fue todo de Juventud Unida, que se motivó y, ante el asombro de todos, se lo llevó por delante al campeón del Apertura. Urquiza no mostró reacción y el final fue emocionante. Porque los de Nicoletti trataron de ir de nuevo por la diferencia, pero ya casi no lastimaron y en cada ataque, los de Batán parecía que podían definirlo. Mauro Rodríguez ahogó el grito de Melga y en el cierre, cuando todos pensaban en los penales, con lo que le quedaba de resto físico, Enzo Vértiz se metió el área y sacó el centro para Carlos Sarmiento que infló la red y desató la locura de todo un pueblo. 

 

Urquiza ya no tuvo fuerzas ni tiempo para ir por la igualdad y el pitazo final de Pablo Paz fue el comienzo de una fiesta que comenzó en la cancha de San Lorenzo, con un grupo de amigos que se dio el gusto de algo que pocos consiguen: ganar con amigos. Juventud Unida hizo historia y se fue a Batán en una caravana soñada, con el dulce sabor del objetivo cumplido. En seis días será la final del año, pero eso será otro cantar, el auriazul merece festejarlo a lo grande, y después sí será tiempo de trabajar para lo que viene.